Sé que vives en libertad
con un traje de palmera
despojado de amarras, de convenios, de miserias
y obedeces a los ritos sagrados de tu raza
y te refugias en el enigma de su guía.
eres dueño hasta de tu sombra
y ahora los tuyos y la selva
emitirán una cascada de protesta inmoderada
al saberte que hoy caminas
por las cimas de otros montes
recorriendo otro santuario
sin querer ser reprimido,
suplicando liberar
tus albricias ancestrales contenidas por mileños,
reportándote entre espasmos de deseos
por otra piel que no es tu piel, y que no es canela,
convirtiéndote en su siervo
porque con sus letras te ha hecho sentir,
himnos de gloria, que han quemado tus entrañas
y Tú, has logrado clavar tu lanza ardiente
en medio de su pecho.
en medio de su pecho.
Asoreth