Mi pequeño Gorrión
Como una ofrenda con mi piel sacrílega,
Te esperé desnuda
Deseosa de comulgar tu cuerpo,
Tú con el lenguaje varonil,
Sutil, preciso
Te ganaste mi alma y mis sentidos,
Y me hiciste cruzar el límite de mis delirios,
Como el más bello tormento del destino,
Amarte para mí ahora es mi más bello sueño,
Somos la alquimia perfecta,
El fuego consumido por el fuego,
Dos almas encendidas de pasión
En la noche que se transforma en verso
Hacer el amor contigo es hacer poesía
Siento que mis pensamientos vuelan
Bajo un vendaval de un amor incierto
Has conseguido penetrar en mi alma y
Vas dejando huella
Más allá de toda huella,
Siento que este amor,
Supera la pasión de los cuerpos
Y no hay pesar que duela tanto
Como la ausencia de tu piel
Asoreth.
Duende, te esperé y nunca llegaste
Asoreth.
Duende, te esperé y nunca llegaste