Comandante Marcos; Usted por ser y
tener un corazón de poeta, conoce el poder que tiene la palabra, nunca olvide
que el diálogo es la puerta abierta a la esperanza y que el mundo exige la paz,
la justicia y el respeto a los derechos de los seres humanos, que son el
estandarte por los que Usted siempre ha luchado, le pide con ternura una
guerrillera de fuego y pasión, atrincherada en su galera de sueños y quimeras, que
tiene también un corazón de poeta.
He seguido las instrucciones de su corazón de poeta
He querido salpicar las nubes a discreción,
He querido salpicar las nubes a discreción,
pero se me han venido encima
los chaparrones
porque mi alma llora de tanta
injusticia, desigualdad
y miseria que existe en este mundo
He querido colgar la luna llena en
el occidente
Pero ella se fue colgada del brazo
del sol hacia el poniente
he amado con intensidad, pero
siempre he llegado tarde
o he salido perdiendo
y aún así me he enamorado mil veces
he caído pero aprendí a levantarme
he querido forjar silencios como
usted lo dice,
con el mar que adoro, con la
lluvia, el sol el polvo, la noche,
y con paciencia voy afilando sus
extremos,
porque el silencio es mi cómplice de
versos,
es para mí la música callada que a
mi alma complace
y estoy segura de que como usted
dice, la lucha apenas empieza.
He contemplado el mar que
adoro con los ojos del alma
hasta sentirme devorada por sus
iracundas olas,
Y siempre de frente hasta alcanzar a
ver la línea
que se divisa más allá del horizonte,
y si, sé, que hay agua mucha
agua y sal como en mi cuerpo,
porque soy mujer de agua de
sal y de mar
y “no hay sed que se la beba”
Y del amor…? siguiendo sus
instrucciones,
Me extraigo el amor puro
limpio transparente
que hay en mi alma y que ahora duele
tanto
lastima, lacera como un
unicornio clavado en mi pecho
Lo doblo hasta alcanzar el
tamaño de la uña de mi pie con mucha ternura
y le entrego una hormiga
noble y generosa, para que lo guarde
en una insondeable cripta
cubierta de besos olvidados,
para que llegue pronto y se lo lleve
el olvido.
He tratado de hacer una canción
tarareando mis versos oxidados,
cuidando siempre como usted dice de
que nadie me la escuche
pues yo bien sé que críticos son los
que sobran
He tratado de medir la vida
diciendo: “Veo, mido, existo, la vida”.
he sacado el cordel que llevo en mi
bolsillo
y lo he lanzado para arriba y el
cordel no respondió como usted dijo
ahora sé que hay
cordeles que se niegan,
con desconcertante obstinación
a medir la vida de nadie
He querido sola cambiar el mundo, he
seguido sus instrucciones
Y sé que no he logrado hacer
nada para cambiarlo
Y por eso lloro … de impotencia al
no poder más
he querido tirar la toalla pero sé
que nunca es tarde para continuar.
Y ahora mi alma desnuda sola,
ansiosa, liberada
de todos los miedos y prejuicios, en
este submundo mío
quizá equivocado, inexacto, engañado
de este universo
despiadado, inhumano, implacable, lleno de injusticias y miserias
despiadado, inhumano, implacable, lleno de injusticias y miserias
me hace sentir que nace en mi
con todo el ímpetu la necesidad de que haya impunidad para
aquellos que como yo nos sentimos impotentes porque
no podemos hacer nada para cambiar
este mundo,
aun que nos demos todo.
aun que nos demos todo.
Asoreth Becsi
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