viernes, 7 de marzo de 2014

Misiva



La  terquedad del destino
se ha empeñado en impedir que nos  encontremos,
pero ni él,  con su capricho y sea cual seas  su designio
no podrá oponerse a que gritemos nuestro amor
porque nos amaremos mas allá 
de la vida y de la muerte.
Y si no en esta vida, será en otra,
pero habremos de encontrarnos
en algún lugar de las manos del tiempo
para  amarnos y  enloquecer de pasión,
de esa lujuria incontenida 
que Tu y yo llevamos por dentro
Amor ven en tus sueños 
imprégnate de este sol, toma la flor
que será tu hoy tu mañana tu osadía,
es ya tuyo mi templo para que lo  veneres
y lo prodigues de todas las sensaciones 
de lujuria que emana de tu ser,
para Ti mi alma siempre está 
abierta a tu encuentro,
tus caricias se han  convertido en el jardín
en donde brotan rosas de pasión
que encienden mi hoguera 
imponente apasionada y sin trabas,
que explota de gozo cuando reposas 
en mi centro de impaciencia
y unes tu río a mi cascada,  
haciendo  de mi aflicción un paraíso.

Asoreth.


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